Nina Exótika: “Hay algo del trabajo en la industria del porno que me atraviesa y me gusta”.
Entrevista por Constanza Terranova a Nina Exótika.
Corrección Iraís Bermejo y Mariana Guillén.
Tiempo aproximado de lectura: 7 minutos.
Actriz porno, ¿Se nace o se hace? Pocas cosas nos generan más intriga que la vida de una actriz que se dedica a la producción de filmes eróticos ¿Es un trabajo como cualquier otro? ¿Cómo es un día en la vida de una actriz de cine para adultos?
La Eroteca tuvo la posibilidad de entrevistar a una de las estrellas de Erika Lust Films, Nina Exotika, la actriz protagonista del corto Private Dancer y un episodio de Lust Threesome Series. En este EROblog le preguntamos a Nina todo lo que quieres saber y mucho más.
- ¿Cómo inicia tu historia, quién es Nina?
- Nina nació en 2021, justo después de la pandemia. El Exotika vino como un título para Nina, un poco en reivindicación a las bailarinas exóticas o strippers y ahora justo, estoy en proceso de cuestionarlo, pero nació así.
Yo soy de Argentina y antes de venir a vivir a España trabajaba en atención al cliente mientras estudiaba Trabajo Social y hacía danza. En pleno confinamiento me aparece el deseo de probar algo diferente.
Entonces tomé clases online de twerk y tease, o sea, danza en silla y strip. Yo creo que ahí nació Nina. Fue como amor a primera vista, me encantó, me encendió completamente, me reconectó como con el placer, con el deseo.
“Me encantó, me encendió completamente, me reconectó como con el placer, con el deseo”.
De golpe algo que yo asignaba y reservaba al orden de la seducción y a los vínculos, lo podía estar sintiendo para mí misma en la danza. Ahí empezó la idea de buscar un canal de expresión de esa sensualidad bailando. Después me mudé a España y empecé a tomar clases también de Pool Exotic.
“Quiero compartir estos vídeos pero no quiero que los vea mi familia”.
En un momento dije ‘quiero compartir estos vídeos pero no quiero que los vea mi familia’. Me armé un alter ego y creé el Instagram de Nina.
Puedes ver a Nina haciendo un lapdance súper erótico para ti en Private Dancer o teniendo un delicioso trío con Kali Sudhra y María Riot en Threesome Series.
En paralelo por mi profesión en Trabajo Social, el interés en el trabajo sexual venía creciendo en mí desde hacía muchos años, lo veía en otras personas, me gustaba y me interesaba, pero no como para trabajar de eso.
Yo había aprendido slogans como “sin clientes no hay trata” y lo veía como algo malo. Pero escuchando a referentes como Georgina Doniliano, la directora de AMMAR, y María Riot me hacen cambiar un poco, bueno no un poco, radicalmente, la visión. Es una decisión que lleva tiempo y es difícil porque sigue siendo un trabajo altamente estigmatizado.
Cuando me mudé a Barcelona ya conocía un poco el trabajo de Erika Lust, entonces dije “Vamos a ver si puedo trabajar con ella”. Completé un casting en internet que ella tiene abierto para cualquier persona en su página web. Lo envié apenas llegada, después de un año me contestaron y ese fue mi primer corto.
- ¿Private dancer fue tu primer corto o ya habías hecho películas caseras?
- No, cuando yo tenía unos 17 años, me filmé haciendo un striptease y se lo envíe a uno de mis primeros novios. No sé dónde quedó ese video, pero el otro día me acordé de esto y dije ‘wow, ese fue un primer acercamiento al porno’. Me gustaba y me calentaba.
Después, tengo en mente muchos momentos de filmarme a mí misma o sacarme fotos y enviarlas a mis vínculos sexoafectivos. Me divertía mucho. Pero mi primer acercamiento real al trabajo sexual fue con Only Fans, que realmente no representaba mucho de mi esencia como Nina. Vendía algunas fotos, hice algún contenido pero no mostraba mi cara. Lo tomaba como una fuente extra de ingresos.
“Mi primer acercamiento real al trabajo sexual fue con Only Fans”.
- ¿Como es trabajar con tu capital erótico y sexual? ¿Qué tiene de diferente con el capital físico o intelectual de otros trabajos?
- Una de las cosas que para mí es muy importante aclarar es que todos usamos nuestro cuerpo. Somos nuestro cuerpo, pero lo usamos también para trabajar y se escucha mucho a veces esto de, “¿estás vendiendo tu cuerpo?” Y bueno, si ese es el caso, yo también vendía mi voz, mi estética, mi cuerpo, cuando trabajaba en atención al cliente.
“Todos usamos nuestro cuerpo para trabajar”
Todo es capital, a veces lo que marca la diferencia es la mirada social que hay en relación a la sexualidad. Si está mal vista la sexualidad, ¡cómo la vas a capitalizar! Gayle Rubin, lo presenta así: sexo bueno y sexo malo. El bueno sería heterosexual, en pareja, en privado. El “malo” sería usar tu desnudez para que otra persona le dé el uso que quiera: estimularse, inspirarse, etc.
Gran parte de lo que hace la diferencia y plantea tanto dilema entre qué debería considerarse en un trabajo o no, es la moral que tenemos muy internalizada socialmente.
- Y hablando un poco de esto, ¿has enfrentado estigma, discriminación, algún comentario fuera de lugar?- Hasta el momento no me ha pasado. Yo voy poco a poco contándole a la gente de esto. Soy consciente de que hay un doble juego: una quiere hablar de esto para concientizar y demás, pero también cuando es en primera persona y tiene que ser una a la que se enfrenta, que quizás alguien te diga algo feo o te juzguen, tenés que estar sólida para poder aguantar lo que venga del otro lado.
Mi familia entera aún no lo sabe, porque no sé como se lo puede a llegar a tomar. Si bien yo tengo una postura tomada, y siento que mi trabajo es un trabajo y que tiene que ser respetado por todos, también una tiene que preservarse emocionalmente de lo que pueda venir.
- ¿Has trabajado con Erika Lust, una de las grandes exponentes del posporno, ¿cómo fue? ¿Es real que se goza de condiciones de trabajo diferentes a las que tienen actrices del mainstream?
- He oído cosas del mainstream, pero como yo no he vivido la experiencia, no puedo decir en primera persona ‘En el mainstream me trataron de tal forma y con Erika de tal otra’. Pero sí puedo decir cómo fue todo con Erika y también por qué elegí enviar casting, algo que no fue una decisión que tomé de un día para el otro.
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Unas de las cosas que me incentivó a hacerlo es que yo venía stalkeando a Erika y viendo su contenido. Lo que me gustó mucho y me dió confianza es que se veía muy transparente en su página web, lo que contaba, cómo se presentaba en la típica sección ‘sobre mí’.
Estaba toda la información muy clara y como dentro del mundo de la sexualidad, por lo general, hablamos poco y poco claro... me generó confianza para aplicar. Lo primero que envié fue un casting, que es un casting abierto a cualquier persona.
De hecho, algo curioso que me gustó mucho fue un disclaimer para las personas con pene que decía ‘no adjunten solamente fotos de su pene’, porque a ellas les interesaba ver también el rostro, las expresiones… lo que me parece muy interesante porque es muy sexy también ver la expresión facial de alguien cuando están haciendo algo que goza .
Casi un año después de enviarlo, me llegó una respuesta. Lo que estuvo muy bien porque en ese tiempo Nina ya había hecho una evolución. Me encontraba más suelta, bien con la desnudez. El equipo de Erika quería tener una entrevista, algo que me gustó mucho fue que la primera persona con la que hablé resultó ser mi coordinadora de intimidad.
- ¿Cómo es una entrevista previa a un rodaje de un filme porno?
- Se hacen muchas preguntas para conocerte, a vos, tu vida, tus preferencias en tipos de escenas, géneros, preferencias sobre sexo con otras personas. También se habla sobre la visibilidad que puede tener, para ser consciente de que trabajando acá, tu imagen será pública.
De hecho, al tiempo de esa primera entrevista me escriben para proponerme hacer el primer corto: Private Dancer. Fue con la propuesta general: la idea, quienes esperan contratar, el salario, etc. Con eso se responde si te interesa o no. A mí obviamente la primera propuesta me encantó porque justamente trata sobre un lapdance y era algo que yo venía buscando un montón y dije que sí.
Nos escribimos varios correos y luego nos reunimos con la coordinadora de intimidad; Erika Lust, que fue la directora de este corto; y Zaawadi, que fue mi co-performer. Hablamos más detalles sobre la película y cómo nos sentíamos, nuestros límites en un momento de las escenas de sexo, sobre cómo podrían reaccionar ellas si nosotras en ese momento nos sintiéramos mal o estuviésemos como algún ataque de nervios o algo por el estilo.
Todo se trabaja a un nivel de detalles muy grande, todo queda por escrito y se firma. Nos hicimos los test de enfermedades de transmisión sexual y nos los mostramos antes del rodaje. Esa información era tanto para las performers, como para la coordinadora de intimidad, que es la encargada de estar en el momento en el set supervisando y si ve algo que no coincide con lo hablado previamente, puede intervenir.
También acordamos una palabra de seguridad. Se habló mucho también del deseo de cada una. Por ejemplo, en el segundo film que se estrenó hace poquito, el de Threesome con María Riot y con Kali Sudhra, la idea era hablar sobre qué se despierta cuando queremos hacer un trío. Y en ese caso, creamos el guión colaborativamente entre la directora de la película y nosotras tres. En esa entrevista en particular el foco estuvo en nuestro deseo.
“El foco estuvo en nuestro deseo”.
Este tipo de charla fue un aprendizaje del porno, porque si bien ahora estoy en pareja cerrada, es algo que podría llevar a eventuales citas: Charlar sobre sexo antes de pasar al momento de la sexualidad. Porque a mí me aporta una sensación de mucha seguridad saber que ya estaba yendo a un acto sexual, habiendo conocido los límites y los deseos de la otra persona.
Después del rodaje, también te preguntan cómo estás, cómo te sentís, te envían un formulario de feedback, te hacen preguntas de qué tan cómodo lo sentiste, etc.
- Tu trabajo involucra un compromiso de energía sexual y erótica fuerte, cómo haces para mantener el profesionalismo los días en los que estás con cero energía, con cero ganas, sin libido, etc.? ¿Cómo lo gestiona una productora como Lust producciones ?Hasta ahora, hubo un rodaje en el que estaba en premenstrual y en esos días suelo estar muy introspectiva y al borde del llanto, muy emocional. Lo que hice fue comunicarlo, le avisé al grupo y les dije que estaba un poco sensible.
De hecho hubo un momento en el que me equivoqué en algo, me salió el llanto y el equipo y mi co-performer estuvieron abrazándome y tranquilizándome. Lo mantienes profesional, y se tiene la seguridad de que si en el momento necesitas parar, podés parar.
- Intentemos salir de los lugares comunes, desmitificar o confirmar algunas asunciones… se podría asumir que tu trabajo es ser grabada mientras sostienes relaciones sexuales, pero ¿es así? ¿obtienes placer de tu trabajo? ¿de qué tipo?- No sé si todas las personas lo viven igual, en las charlas que hemos tenido nos decían ‘No es obligatorio que alcances un orgasmo, pero obviamente, si sentís placer también está bien para la cámara’, que una pueda transmitir real un momento de clímax orgásmico.
Obviamente, a nivel audiovisual eso sirve y suma. En mi primer rodaje me dieron algunos tips, como marcar la respiración o soltar un poco la voz, para que salga un gemido o lo que sea, acrecentarlo un poquito más para que la cámara lo capte. Pero no en plan de fingir que estás disfrutando.
“Yo sí sentí placer de verdad”.
En mi caso, yo sí sentí placer de verdad. En todas las películas que filmé logré un orgasmo real. O sea, fue realmente placer. Supongo que también dependerá un poco la persona.
- ¿Qué es lo mejor y lo peor de tu trabajo?Creo que lo peor podría llegar a ser que es un trabajo de cierta incertidumbre laboral, en el sentido de que te pueden llamar para rodajes, como te pueden no llamar, pero, como la mayoría de los trabajadores sexuales, tengo más de un trabajo. La otra gran desventaja es esto de enfrentarse a estigmas. Sigue siendo algo incómodo de contar o que una elige estratégicamente en qué lugares y a quienes contar.
Una de las mejores cosas, para mí, es participar en proyectos que me resultan interesantes, que me gusten, donde la sexualidad esté en primer plano, que a mí me encanta. Es algo de la temática que a mí me gusta, entonces hay algo del trabajo en la industria del porno que me atraviesa y me gusta.
“Hay algo del trabajo en la industria del porno que me atraviesa y me gusta”.
La idea de poder también estimular a otras personas a tener un momento de placer, hay algo de todo ese universo de las fantasías sexuales, del deseo, del placer que me gusta y que mi trabajo esté relacionado con eso, para mí es algo positivo,.
- ¿Te ves de aquí en unos años pensando en un porno un poco más alternativo, trabajando en films eróticos?- No sé todavía, soy una persona que tiene muchos intereses y que le gusta como ir explorando esos deseos. Hay algo que me gustaría hacer en algún momento, que sería ser coordinadora de intimidad.
Entonces, puede ser que sí o puede ser que no, ojalá haya espacio igual a que haya más vejeces en porno, porque me parece súper interesante que haya como una representación de la sexualidad también en los adultos mayores.
- Para finalizar, Nina ¿Qué significa para ti ser una Activista Del Placer?
Para mí significa mezclar el deseo de hablar sobre la sexualidad y sobre vivir la sexualidad libremente con una mirada política. Como medio de reivindicación de la sexualidad para nuestro disfrute. Es justicia erótica.
Es hablar libremente de nuestros placeres, poner en cuestión los placeres que aprendimos socialmente, revisar si esos nos gustan, si nos gustan otros. Y que sea un espacio en constante reinvención y también en repregunta.
Es que esté en agenda, difundirlo, que hablemos de sexo entre nosotres, entre las amigas, con la pareja, hablemos de la pornografía, es llevar la charla al grupo de amigas, sobre lo que miran, sobre quién está detrás del porno, si pagan por su porno, qué les interesa ver. Hay un montón de preguntas que no nos las hacemos y hacerlas es parte de ser activista.
“Para mí significa mezclar el deseo de hablar sobre la sexualidad y sobre vivir la sexualidad libremente con una mirada política… Es justicia erótica”.
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