Mieles de Venus. Bitácora de un conjuro colectivo para invocar al placer
Diana Rosalía
Invitamos a Diana Rosalía, psicóloga social comunitaria y columnista en MEOW Magazine, a experimentar el taller Mieles de Venus guiada por la artista de Burlesque Purrlette y a compartir su mágica experiencia.
¿Cómo se invoca a lo sensual en medio de la rutina y del caos de una ciudad abrumadora? ¿Cómo explorar el erotismo sin el juicio a nuestros cuerpos y los cuerpos ajenos?
Después de conversar con Iraís Bermejo, co-fundadora de La Eroteca y tener un acercamiento a estas respuestas desde su experiencia, me invitó a un taller para poder encarnar la reflexión. Los siguientes párrafos son una bitácora de la experiencia y reflexión colectiva que han resonado en mí después de ese fin de semana de taller.
…Al hablar de la escena y el contexto veo los rostros de mis compañeras; sonríen y me doy cuenta que es una respuesta a mi propia expresión de alegría. Una a una, aunque no todas, nos comparten su ejercicio, que después de todo es una parte de su vida.
Compartir experiencias de la vida cotidiana ayuda a generar una clase de intimidad entre un grupo de desconocidxs.
Nos piden que la palabra que nos ha resonado sea intencionada en una fruta, en uvas. Comemos algunas y el resto las compartimos. Comer fruta como otro acto sensorial, sensual. Compartir fruta como un ritual de abundancia y generosidad.
Como último momento del día comenzamos a mover las manos y el cuerpo. “Como si estuvieran en un tarro de miel” dice Purrlette para hacer referencia a la cadencia que busca en nuestra performance. Al terminar hay melenas sueltas, capas de ropa de las que nos fuimos desprendiendo, risas y respiración agitada.
Al expresar cómo nos sentimos durante el día y en particular durante esta última actividad, la mayoría habla de la relación con el cuerpo. De lo que causa inseguridad, disgusto y conflicto. Pero también de lo experimentado al sentirse libres de moverse en un lugar seguro. Yo hablo de mi cabello y de cómo dejarlo suelto modificó mi experiencia de movimiento, me dio seguridad. “El cabello es una extremidad más. Es como otro brazo” Me dice Purrlette y recuerdo que fue su cabello lo primero que llamó mi atención al conocerla. Me despido del grupo y soy la primera en salir del lugar.
Día 2
Esta vez el espacio se encuentra casi vacío. Es nuestro momento de ocuparlo y circular en él. Veo medias de red, crop tops, maquillajes más brillantes y coloridos que ayer. No hubo un acuerdo o dress code definido, sin embargo, todas decidimos tomarnos el tiempo para ese arreglo extraordinario. Las formas de vestir y performar el cuerpo repercuten directamente en cómo nos percibimos y por tanto, en nuestras interacciones.
Comenzamos con una breve charla para describir nuestra experiencia del día anterior. Las narraciones no hacen referencia al momento del taller. Describen las horas posteriores a este, es decir, las emociones que se generaron en este espacio trascendieron a otros espacios y ámbitos de sus vidas. El hogar, las redes sociales, y sobre todo, la relación con el propio cuerpo.
“Me atreví a ponerme un body rojo que casi nunca uso”, “me animé a tomar otro taller y usar tacones”, “estuve pensando en la relación de conflicto con mi imagen”, “presté atención a mi cuerpo y todo lo que hace por mí”; son algunas de las cosas que escucho y me emociono.
El día transcurrió entre movimientos de burlesque y sus repeticiones. Nos ayudamos de guantes largos para atraer la atención a nuestras manos y luego al resto del cuerpo. Culminamos con un acto en dos partes: música, guantes y cuerpos en movimiento. La mitad del grupo que improvisaba era observada y grabada por el resto. ¿Es la mirada ajena una forma de erotizar?
“Mi trabajo aquí está hecho”, exclama con alegría nuestra instructora Purrlette. Ahí me doy cuenta que el objetivo del taller no es generar un acto performático colectivo. La finalidad es propiciar nuevas formas de relacionarnos con nuestros cuerpos y por tanto con lo sensual y erótico.
Estas reflexiones no serían las mismas en solitario, ni compartidas en un lugar que nos haga sentir vulnerables. Para este momento comenzaba a esbozar respuestas a mis preguntas iniciales.
Las actividades de Casa Eroteca 2023 van de la mano con la comunidad de JOYclub, una plataforma para intercambiar ideas y encontrarse de varias maneras, mientras conoces personas sexualmente abiertas.
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